sábado, 20 de agosto de 2011

Viaje a Lanzarote con niños

Hemos elegido Playa blanca para alojarnos, es un pueblecito con una amplia oferta de hoteles.













Hay una playa masificada y con tumbonas, es la del hotel Meliá y otra más pequeñita al lado, nosotros la preferíamos aunque fuera pequeña, en junio no había casi nadie y era muy agradable.
La mayoría de hoteles no tienen acceso al mar, a nosotros eso no nos preocupaba porque no queríamos quedarnos mucho en el hotel.

Nuestro hotel se llama,  Hotel Iberostar Papagayo, hemos elegido una habitación junior con vistas al mar, es en la planta baja y tenemos terraza, que daba justo a un mirador con cesped sobre el mar, un lujazo, yo me levantaba la primera y sin despertar a nadie salía cuando todavía no hay nadie, ¡que maravilla! El mar, las olas, su sonido, cada mañana que estuve allí fue un regalo para mí.














Teníamos el desayuno y la cena incluido, todo por unos 100 euros al día.
También existe la opción de todo incluido.
Lo mejor de este hotel son los buffets que van cambiando un poco cada día.
Un hallazgo para nosotros fue lo que disfrutó Candela de las  actuaciones nocturnas, era genial verla tan contenta.
La isla ha conseguido preservar su identidad y ponerla en valor y se nota a cada paso que das, están orgullosos de su tierra y de ser diferentes y se nota, está cuidada y es pequeña y armoniosa.
En nuestro primer día hacemos la visita a Timanfaya a mí me impresionó  ver el ciclo vital tan claro, la vida y la muerte y otra vez la vida...













El paisaje es espectacular, no había visto nada igual.
Al final del viaje en autobús hacen unas demostraciones que son divertidas. 
Antes de llegar a Timanfaya encontrarás los típicos paseos  en dromedario. Para Candela todo una experiencia, ella quería que repitiésemos todos los días.













Este día comimos en el pueblo, el golfo en el Restaurante el caletón del golfo,exquisito el pulpo a la brasa ¡uhmmm! y bastante económico.
La playa del pueblo es bonita,  pero el baño regular y no tiene arena sino  cantos rodados 
Por la tarde fuimos a la playa de la Famara, es más grande, aunque tiene viento, pero deja unas pequeños charcos con la marea baja que están muy divertidos para jugar con los peques.
En nuestro segundo día en la isla decidimos ir a la Cuevas de los verdes. Esta cueva es muy bonita y curiosa. 

Se celebran conciertos, si tenéis la suerte de llegar en fecha sería  una suerte escuchar  un concierto allá dentro.
Además la visita también tiene sorpresa al final, divertida, ya veréis...
Luego visitamos el centro de interpretación de Timanfaya, el cual no nos dio tiempo ver ayer.
Es gratuito.
Se trata de un centro muy didáctico. 
Intenta salir  lo más solo posible a la pasarela que hay sobre la lava, y  escuchar el silencio.













También hay una original simulación de una erupción que les gusta mucho a los niños y un audiovisual muy instructivo.
Nos decidimos a comer  en Arrieta en el chiringuito al final de la playa,  en el primero no que es de comida rápida.
La playa es de las más calentitas que hemos probado en  Lanzarote y con menos oleaje,  y puedes hacer unas fotos muy bonitas.
Una nueva jornada, esta vez decidimos tener un día de playa,  
pero la playa no puede ser más bella, está dentro de un parque natural, Playa Papagayo muy cerquita de Playa Blanca, se debe pagar una pequeña entrada, tres euros..

La mejor playa de Lanzarote y las vistas idílicas.
Todo un privilegio comer en el chiringuito sobre la playa, la comida regular pero aquí hay que alimentarse con las vistas.
Os recomiendo el viaje a esta isla, es muy manejable, muy cómoda, muchas cosas para ver, muy tranquila, muy económica,  un viaje para repetir.


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